El cine ambientado en el mundo de la mafia ha dejado grandísimas obras cinematográficas para la historia. Películas tan en las antípodas una de la otra como la trilogía El Padrino (The Godfather, Francis Ford Coppola, 1972) y Érase una vez en América (Once upona time in America; Sergio Leone, 1984) son buenas pruebas de ello, pero entre medias también podemos encontrar obras poderosas como El precio del poder (Scarface; Brian De Palma, 1983) ; Una historia del Bronx ( A Bronx Tale; Robert DeNiro, 1993); Uno de los nuestros (Goodfellas; Martin Scorsese, 1990) o (por qué no citarla) la serie Los Soprano.
El cine «mafioso» ha sabido combinar perfectamente , bajo mi punto de vista, historias de violencia atractivas para el espectador con un trasfondo temático y filosófico de gran calado. Y ahí seguramente reside el gran triunfo de este subgénero.
SIN ESCAPE
Spoiler: Atrapado por su pasado es otra buena muestra del cine mafioso, dirigido por uno de los directores que, sin ser un especialista en el terreno como pueden ser considerados por la crítica Scorsese o Tarantino, ya había tocado el tema en su anterior y extraordinaria El precio del poder: Brian De Palma.
Atrapado por su pasado narra la historia del inmigrante puertorriqueño Carlito Brigante (Al Pacino), que al salir de la cárcel tras años de condena por traficar con drogas, intenta dejar atrás el mundo callejero y empezar de nuevo. El problema será que las circunstancias le llevarán a lo largo del metraje a quedar cada vez más enclaustrado en un camino sin retorno, en un callejón del que no habrá escapatoria posible: la Mafia italiana, los nuevos gángsters puertorriqueños como Benny Blanco y la imposibilidad de confiar en nadie llevarán a Carlito a un final tristemente anunciado desde el primer minuto.
Brian de Palma nos sumerge con su maestría habitual en el mundo de la mafia con esos largos planos secuencia magistrales que nos muestran los espacios en los que se mueve como pez en el agua un extraordinario Al Pacino, y también la gente con la que tiene que tratar.
Un mundo de violencia, de reglas propias en las que cualquier error es fatal. El idealista Carlito tiene que lidiar con nuevos peces gordos dispuestos a todo con tal de medrar; con personas incapaces de gestionar nada, con ínfulas de convertirse en gángsters (como el abogado interpretado por Sean Penn); con la mafia italiana, que le tiene en su punto de mira por ser cómplice del asesinato de uno de los padrinos; con la fiscalía, que le presiona para delatar a los que él considera suyos; con criminales caídos en desgracia que trabajan para la ley (como Lalín, interpretado por Viggo Mortensen);con hermanos que no dudan en traicionarle por dinero (como Pachanga)…
Demasiados frentes abiertos que impedirán a Carlito realizar su sueño de redención; de comenzar de nuevo en las Bahamas. Ese último plano de Carlito realizando el viaje final de la vida mientras visualiza un cuadro del paraíso en el que ve bailar a su amada Gale le proporcionará, siquiera, un poco de paz al sufrido antihéroe del film.