Oliver Stone es posiblemente junto a John Frankenheimer el gran director de cine político norteamericano de todos los tiempos. Mientras el segundo ha basado su carrera más en la pura ficción, con elaboradas tramas conspiranoicas llenas de giros inesperados e imposibles, Oliver Stone se ha limitado a retratar la realidad política americana bien a través de films bélicos ( Nacido el 4 de julio; Platoon), bien a través de biografías sobre diversos mandamases de la Casa Blanca (Nixon; W.). JFK: Caso abierto es una obra que queda a mitad de camino no sólo entre esas dos corrientes retratistas de la política americana dentro de la filmografía de Stone, si no incluso entre la propia filmografía de Oliver Stone y la de John Frankenheimer.
UN PUZZLE CUBIERTO DE UN ENIGMA DENTRO DE UNA ADIVINANZA
Para realizar el film en torno al asesinato de John Kennedy, que bien podría haber sido dirigido por Frankenheimer, Stone se basó en dos libros. El primero de ellos escrito por el propio Jim Garrison, el Fiscal de Distrito de New Orleans al que da vida Kevin Costner en el film, que relata todo el proceso judicial del clímax del film. El segundo libro fue el escrito por Jim Marrs The Plot that killed Kennedy, que aportaba todos los datos que apoyaban la teoría de la conspiración y la participación de organizaciones como la CIA, la Mafia o el FBI en el magnicidio.
Stone escribió un complejo y largo guión junto a Zachary Sklar que dió como resultado un film cuya duración varía entre las poco más de 3 horas de su versión para salas y las 3 horas y 25 minutos de su montaje del director.
EL ASESINATO DEL PRESIDENTE
Spoiler: 27 años después de su estreno, JFK sigue fascinando a pesar de sus errores, que los tiene. Pocas dudas caben de que el supuesto conflicto familiar del personaje de Jim Garrison (Kevin Costner) está cogido un poco con alfileres y frena la intensidad del relato: no es más que el precio a pagar por el espectador con la intención de darle cierta profundidad dramática a la historia. El film, en este sentido, funciona mejor y a toda marcha cuando se centra en la investigación del magnicidio, agarrando al espectador y llevándole consigo junto a Garrison a través de fotografías, vídeos, imágenes de archivo, reconstrucciones mentales y testimonios. Uno se pregunta qué sería del film si el personaje de Kevin Costner se centrara únicamente en su trabajo, como sucedía con los dos personajes principales de la extraordinaria Todos los hombres del presidente (All the president´s men; Alan J. Pakula, 1976).
Oliver Stone es muy inteligente, y sabiendo de la importancia que los largos testimonios de los diversos personajes van a tener en el relato, se rodea de una manada actoral de lujo, cuya largas recitaciones son uno de los puntos fuertes del film, mientras que si hubiese elegido a actores de menos nivel posiblemente el film se hubiese resentido. A pesar de que algunos actores están mejor que otros (p.e, Donald Sutherland y Jack Lemmon están extraordinarios mientras que Joe Pesci no puede abandonar sus habituales tics propensos al histrionismo), todos ellos hacen que sus, por momentos, largos monólogos enganchen al espectador y hagan avanzar la historia de manera seductora hacia un clímax final en el que el también extraordinario Kevin Costner aprovecha su ocasión para lucirse en su ya famoso alegato final.
La película puede pecar de excesivamente idealista en muchos momentos, y puede que sea un artefacto propagandístico liberal. Pero de lo que no cabe duda es de que en términos cinematográficos JFK sigue haciendo gala de un dominio del ritmo narrativo, del uso del montaje y de un talento de puesta en escena que ya les gustaría a más de uno que se incursiona a día de hoy en similares aventuras políticas (me viene a la cabeza la reciente El instante más oscuro, de Joe Wright). JFK es simplemente maravillosa.
Una gran película, sin lugar a dudas. Te recomiendo el visionado, por si no lo has hecho aún, de Camino a la guerra (Path to war) de Frankenheimer. Su última y única película de no ficción en el terreno del cine político (que yo sepa) que narra la presidencia de Johnson y la guerra de Vietnam. La cinta es de 2002 y tiene un reparto magnífico con Michael Gambon, Donal Sutherland, Alec Baldwin, Bruce Mcgill… No te la puedes perder.
De hecho creo que podría hacerse todo un ciclo de cine político empezando con 13 días, y continuando con JFK, Camino a la guerra, Nixon y Todos los hombres del presidente, cubriendo así varias administraciones desde los 60 hasta bien entrados los 70.
Cambiando de tema, échale un vistazo a la reseña de estas 3 obras. Me consta que una de ellas ya la has leído, si no has hecho lo mismo con las otras 2 va siendo hora de que lo hagas.
https://portaloaca.com/articulos/antimilitarismo/13600-tres-lecturas-necesarias.html
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Así lo haré Esteban. Apenas tengo un momento los leo del tirón.
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