Ahora que Cristiano Ronaldo ha ganado su quinto Balón de Oro arrogándose para sí mismo el cartel de mejor futbolista de la historia, voy a hacer mi 11 ideal de todos los tiempos, arrogándome yo también el hecho de no incluirlo, porque está a años luz de ser nada para mí, con su comportamiento de niño viciado disfrazado de ambición profesional y una arrogancia digna de mejor causa. Vamos a mejores tareas creativas, como establecer un equipo brillante, mágico pero imposible debido al desequilibrio entre líneas que este 11 provocaría en un terreno de juego. Pero soñar es gratis e imagínense juntar esta escuadra…
Ya aviso que este equipo está muy influenciado por el hecho de que quien esto escribe es seguidor del Athletic de Bilbao, y nacido en 1985, con las implicaciones emocionales que ello conlleva a la hora de elegir futbolistas que eran los del momento cuando era niño. Empezamos…
Sistema: 3-4-3
1. EDWIN VAN DER SAR. Un activo enorme bajo palos. Siempre bien colocado, magnífico por arriba, buenísimo en el uno contra uno, parador insaciable de penalties… ¿qué le faltó para haber sido elegido por la opinión pública uno de los mejores de la historia? Para mí, debió haberse ahorrado la aventura italiana, que no le hizo ningún bien. O no… porque si no, igual no hubiese aguantado hasta los 40 años al primer nivel y jugando finales de Champions. Gigante.
2. Andoni Iraola. Lo incluyo por delante de Cafú, porque es todo lo que me gusta de un futbolista. Calidad, siete pulmones, inteligencia táctica, regularidad y polivalencia. Para mí, nada que envidiar a los mejores laterales de la historia. A lo mejor, que igual corría sobre las rayas de cal, en vez de esnifarlas, así que no llamaba la atención… Y el Athletic lo agradeció durante 13 años.
3. Paolo Maldini. Il Bello lo era dentro y fuera de los terrenos de juego. Aportaba seguridad defensiva porque siempre estaba situado donde debía estar. Su padre Cesare fue un gran jugador y entrenador, así que probablemente aprendió más rápido que el resto. La naturaleza y una vida ordenada hicieron lo demás. 5 Copas de Europa le contemplan, pudieron ser más. Desgraciadamente, el Mundial de 2006 le cogió retirado de la azzurra, aunque a punto estuvo de lograrlo en Los Angeles el 17 de julio de 1994. Aún así, no necesitó ser campeón del mundo de selecciones para estar en este 11 como lateral por la izquierda.
4. Rafael Alkorta. Su llorada marcha al Real Madrid ya presagiaba que volvería a casa algún día. Y así fue. Maduró en la capital española, fue internacional y uno de los mejores centrales del mundo a mediados de los 90. En 1997 volvió a casa y ayudó a que el Athletic fuese subcampeón de Liga. Simpático y extrovertido, Rafa siempre será el Káiser del equipo de quien esto escribe.
5. José Luis Pérez Caminero. Javier Clemente lo incluyó en su selección de amigos que disputaron el Mundial 94, y Caminero le respondió siendo probablemente el mejor jugador español de aquel torneo. Buque insignia del Atlético de Madrid del doblete, el rubio de Barakaldo dijo de él que era un centrocampista con una calidad impresionante. Quien esto escribe y suponemos que Miguel Ángel Nadal también, estamos de acuerdo. Elegancia pura dentro del terreno de juego, némesis de Simeone a todos los niveles… no queremos ser malvados. O sí.
6. Jon Andoni Goikoetxea. Tras ganarlo todo en el Barcelona de Cruyff, el Athletic lo intercambió por Xabier Eskurza en 1994, y los que éramos niños y del Athletic en aquella época jugábamos en la calle con los amigos a los «centros». Uno centraba, uno remataba y uno se ponía portero. El que centraba se consideraba a sí mismo Goikoetxea. Vaya usted a saber por qué. Goiko tenía un disparo, una calidad en el golpeo y una fuerza que imponía. El gol a Alemania en la retina, sí. Pero Goiko era mucho más. Crack.
7. Ryan Giggs. 13 ligas de Inglaterra, 2 Champions, 5 Copas, 2 Intercontinentales… El jugador con más partidos en la historia del Manchester United (910), nunca expulsado, one club man, retirado a los 40 años, reinventado como futbolista una vez perdida su punta de velocidad… ¿Hace falta decir más? Caballero del Imperio Futbolístico.
8. Julen Guerrero. Los niños soñaron siempre con Peter Pan, y Julen adquirió el mote de Peter Pan, porque nos hizo soñar a todos los niños del Athletic a inicios de los 90. Nunca hubo ni nunca habrá en el Athletic nadie como él. Además de sus cualidades como futbolista, cabe enaltecer sus cualidades a nivel humano, que al final es lo que queda.
9. Henrik Larsson. Mi máximo ídolo futbolístico. El leopardo de Glasgow triunfó allí donde fue. Partícipe activo de la mejor Suecia de la historia, a la que electrificaba con sus rastas al aire, fue campeón de todo y se retiró también con 40 años, jugando al lado de su hijo. Profesionalidad, regularidad, carisma, compañerismo, calidad, gol… ÍDOLO…
10. Roberto Baggio. Falló el penalty más famoso de la historia, con perdones miles a Panenka, pero la Divina Coleta del fútbol italiano será recordado por todo lo demás. En un fútbol dominado por el catenaccio, Italia siempre ha acostumbrado a fabricar jugadores de ensueño, futbolistas que siguiendo la tradición renacentista del país transalpino convertían el fútbol en capolavoro artístico. La Capilla Sixtina de Miguel Angel tuvo su símil futbolístico en la magia de Baggio.
11. Romario de Souza Faria. El inimitable Eduardo Galeano dijo de él que decía lo que pensaba sin pensar en lo que decía. Jorge Valdano lo definió como un jugador de dibujos animados. Se iba de fiesta cada noche y de reenganche metió más de 1000 goles humillando a quien se había quedado en casa siendo un niño bueno, quizá porque el fútbol no era más que el clímax de esa fiesta para Romario. Dijo que metería 30 goles en un año y lo hizo, dijo que sería campeón del mundo y mejor jugador del mundo y lo hizo. Iba tan sobrado que posiblemente sea el mejor jugador que quien esto escribe haya vista jamás. Magia brasileña y junto a Ronaldinho quizá el último exponente de esa cantera que entiende el fútbol de diferente manera en el país de Jorge Amado.
·Entrenador:
Marcelo Bielsa/ Jupp Heynckes: Imposible elegir a uno de los dos. Al primero la vida me dio la suerte de conocerlo y tratarlo en persona. Al inicio idolatré al personaje, ahora admiro a la persona. Sus valores humanos son tan increíbles que le llaman El LOCO, porque el ser humano hace tiempo perdió su humanidad y quedó atrapado en la alienación de la sociedad liderada desde el otro lado del Atlántico por el American way of life. Así nos va…
El segundo fue el primer entrenador que tuvo el Athletic cuando comencé a ver fútbol allá por el año 1993. Después entrenaría al mejor Tenerife de la historia, llevaría la Copa de Europa a Madrid tras 30 años y otra a Munich tras perder la final el año anterior. Ya jubilado, el Bayern lo sacó de su casa de retiro y se encomendó este año de nuevo a él tras el fracaso de Carlo Ancelotti. Campeón del Mundo como jugador en 1974 en un equipo donde jugaban Beckenbauer, Müller o Maier. Jupp sigue siendo genio y figura.