Hoy hace justo un año me lancé a abrir mi espacio personal de escritura, esto es, mi blog. Me encontraba en Italia de vacaciones, en casa de mi compañera sentimental. El contexto no era el más feliz. Cuando volviéramos a Londres tendría que afrontar el hecho de que me encontraba sin trabajo. No era algo que me preocupase en exceso. Tenía buenos ahorros para sobrevivir cómodamente por al menos 6 meses y sobre todo, ya tenía experiencia de 4 años en la ciudad. Sabía que no me iba a ser difícil encontrar un puesto laboral en poco tiempo, como así fue. El problema era que me encontraba en un impasse. Quería dar un paso adelante en mi vida profesional. La desmotivaciòn de quien hace lo que no quiere se empezaba a apoderar de mí.
Apoyado por mi novia, empecé seriamente a buscar empleo en Bilbao, pero fue en vano. Tampoco quería trabajar de lo que fuese. Nos propusimos volver cuando estuviéramos listos y las señales no eran las positivas en aquel momento.
Así que mi novia me insistió en algo que ya me llevaba meses aconsejando: que abriese mi propio blog, donde pudiese publicar mis reflexiones sobre todo aquello que me pareciese conveniente. Licenciado en políticas y en dirección de cine y con experiencia laboral en este último campo, no eran pocos los temas sobre los que pensaba que podía informar, opinar o hacer llegar a las personas que me siguen.
El blog empezó poco a poco. Al inicio con tibieza. Luego fui involucrándome más a medida que veía que a la gente le llegaba lo que publicaba a través de diversos sitios, y al final, también porque me permitía expresarme y muchas veces poner mis propios pensamientos en orden. Me sirvió como un salvavidas de un trabajo que aborrezco. Cada fin de semana, el blog me ha servido como sitio de desahogo. Mi rincón. Y luego han venido premios. Más de 1.400 visitas al mes, de personas de 83 países distintos. El agradecimiento personal de personas que admiro profundamente como Julen Guerrero y la posibilidad de conocer a Marcelo Bielsa en persona y muchas personas que me han escrito felicitándome por artículos que han llegado a leer y les han ayudado para tener un punto de vista distinto.
Pero como digo sobre todo, ha sido un rincón donde una persona socialmente retraída como yo ha podido encontrar un medio de expresión.
Por todo ello, a pesar de ciertos sinsabores todo lo que me ha aportado mi blog ha sido tremendamente positivo.
Muchas gracias a quienes me habéis seguido, me seguís y espero, me seguiréis también en adelante.
Endika Brea Berasategi.