¡QUÉ HOSTIAS MOROS NI CRISTIANOS! ¡RELIGIOSOS DEL COPÓN! QUE VAYAN TODOS A MISA, NO ME TOQUES LOS COJONES…
KOJON PRIETO Y LOS HUAJOLOTES
Me levanto hoy con el mundo aterrorizado. Con mil mensajes en mi teléfono, preguntándome si estoy bien. No me he enterado de lo que ha pasado hasta esta mañana en esta preciosa ciudad en la que vivo desde hace más de cuatro años, exiliado por culpa de los chorizos y las morcillas que pululan por este mundo (y no, los cerdos no tienen la culpa; al menos los animales).
Nueva serie de atentados en cadena y el caos más absoluto (luego los caóticos somos los anarquistas). Esta vez en London Bridge (a unos 20 minutos a pie de donde vivo, en South Bermondsey), Vauxhall y Borough market. No hacía falta ser Nostradamus para saber que estas cosas iban a pasar y pasarán.
Pues estoy bien. Nuestro circulo familiar en Londres estamos bien. No nos ha tocado. Pero si algún día me toca y no estoy bien, dejo esta reflexión que me gustaría se cumpliese al pie de la letra.
Si un hijo de Alá me lleva algún día por delante por culpa de un hijo de Cristo, sed consecuentes y culpad a quien tenéis que culpar. Que la emoción del momento no os ciegue a la hora de pedir responsabilidades. No os cortéis. Decidlo alto y claro: PUTOS ESTADOS.
Estado Islámico. ¿Puede existir algo tan execrable, contaminante y triste como un Estado y encima religioso? Al ser humano dadle religión, patria y obediencia y te salen estos churumbeles que ansían tener la inteligencia de un caracol.
Echad la culpa de todo esto a Estados Unidos, que financia a estas facciones para derrocar regímenes contrarios a sus intereses y luego se les va de la mano. Echad la culpa a Francia, Estado repugnante y vomitivo donde los haya. Personalmente, me sentiría avergonzado de llamarme francés o americano. Echad la culpa a los imperialistas. A los que tuvieron imperios y a los que los llaman de otra forma. Mientras haya gente oprimida, habrá gente dispuesta a cometer estos actos en respuesta.
Echad la culpa a la adorable Hillary Clinton, a Obama, al hijo de puto de Bush y al puto de su padre, el señor Bush; a Wall Street; a Marine Le Pen; a Mitterrand; a De Gaulle y a Giscrad D´Estaing; a Trump y a Melania.
Echadla a Urbano II y a su «Dios lo quiere». Echad la culpa a Mahoma, que dio una religión y se quedó con tierras. Echad la culpa a quien se cree estos cuentos. Echad la culpa a quienes lo legitiman. Al mulá Omar y otros mulos y burros que los sacas de un libro y empiezan a temblar.
Echad la culpa a los aparatos represores del Estado. Puta policía, putos militares. Menos armas y más amor.
Y luego echad la culpa a los que con sus votos, legitiman todo esto. Id a votar, putos demócratas de mierda. No echéis la culpa a Mohammed, a Yazid o a Ahmed. Bastante tontos y fanáticos son como para encima cargar con las culpas de los que crean todo esto.
Paz y Revolución.