Gorka Iraizoz no seguirá en el Athletic a partir del 30 de junio. Se desconoce su futuro a día de hoy, aunque se especula y mucho con un posible retorno al Espanyol de Barcelona.
La marcha del capitán del Athletic fue anunciada en rueda de prensa por Josu Urrutia este jueves pasado, comparecencia en la que el presidente rojiblanco aprovechó para hablar de diversos temas. Se esperaban novedades en torno al futuro de Ernesto Valverde, pero el protagonista de la jornada acabó siendo Gorka.
Hace ya un par de meses el mismo guardameta dejó entrever que no seguiría en el club, ya que no había recibido oferta alguna del Athletic para renovar su contrato, que expira a final de temporada.
El bravo portero navarro abandonará la disciplina rojiblanca con números de leyenda, siendo el tercer portero con más partidos disputados en la historia de la entidad de Ibaigane, sólo superado por el Txopo Iribar y Carmelo.
El club pierde uno de sus pesos pesados en el vestuario. Se notará y mucho su ausencia a partir del 1 de julio. Y es que a pesar de haber perdido la titularidad en detrimento de un Kepa Arrizabalaga que ya se ha hecho dueño de un marco destinado a guardar durante un largo periplo de tiempo, Iraizoz es uno de los jugadores más queridos y con más voz dentro del vestuario. Hace dos temporadas, ante los insistentes rumores sobre el posible fichaje de Asier Illarramendi (entonces en el Real Madrid) por parte del Athletic, Iraizoz dejó claro en rueda de prensa que «si viene será bien recibido, pero se tendrá que adaptar a este vestuario que está muy unido». Fue una muestra de algo que se palpa desde fuera: que el vestuario rojiblanco actual del cual Iraizoz, insisto, es uno de los líderes, es sagrado, una piña, un grupo de amigos y eso se nota en los resultados deportivos. Y es que es difícil recordar en la historia moderna una época rojiblanca tan exitosa como la que se está viviendo durante la última década, con presencias constantes en finales y en Europa e, incluso, la Supercopa ganada al Barcelona.
A falta de la pronunciación del propio Gorka sobre el tema, su salida me deja un poso de amargura. Y es que creo que debería haber salido del Athletic cuando hubiese querido. Ha hecho méritos profesionales y personales suficientes para ganarse el mismo derecho que Gurpegi o Iraola. Hemos vivido recientemente casos agrios de jugadores que decidieron marcharse del Athletic para probar en clubes punteros de Europa que abrieron profundas heridas sobre por qué los jugadores no quieren permanecer en el club. Pues bien, siendo este un debate completamente sano, tampoco está de más tirar de las orejas a la institución cuando sucede lo contrario, cuando el jugador quiere quedarse, ha contraído méritos para decidir cuándo dejarlo por voluntad propia y se les niega. Este ha sido el caso de Iraizoz. O somos una empresa siempre, o no lo somos. Pero sólo ser empresa para cuando nos interesa puede resultar peligroso y reaccionario.
Desde aquí desearte lo mejor, Gorka. Te has ganado un hueco en la historia de nuestro club, aquel cuya portería soñabas con defender cuando eras niño. Eres grande y estoy convencido de que será sólo un gero arte. Eskerrik asko, Gorka.