Querido Julián Ruiz:

Quería felicitarle en primera instancia por su jocoso rincón «EL CORTADOR DE CÉSPED»al que muchos intelectuales sin duda calificarán de periodístico, y con razón, porque su talentoso raciocinio y maravillosa verborrea está al nivel del periodismo actual del Estado Español, es decir, de cero. EL CORTADOR DE CÉSPED es, sin duda, un rincón en el que cualquier persona con deficiencias cognitivas puede aprender un muchillón (perdone mi tono informal, pero es que es como si le conociese de toda la vida, oiga usted) de cosas gracias a su criterio y sabiduría sobre cualquier orden de la vida. Por ejemplo, en octubre de 2014, usted titulaba a un artículo suyo «UN ATHLETIC DE SEGUNDA», cuando la temporada recién había comenzado. Al final de la misma, ese Athletic que para usted era de Segunda, alcanzó la final de Copa del Rey y se clasificó para la UEFA del año siguiente, en la que quedaría eliminado en cuartos de final a penalties contra el que sería el campeón final del torneo, el Sevilla. Creo que la astrología se ha perdido un gran Pitoniso en su persona, y los Departamentos de Estado un gran analista. Pero no se preocupe, hará carrera en el periodismo patrio, si sigue usted escribiendo tantas poesías como las que habitualmente salen de su incomparable pluma.

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Me gusta mucho su antinacionalismo, cuando cita que el Athletic no puede jugar con sólo jugadores vascos en el siglo XXI. Me gusta mucho también su carácter autoritario (no puede), pero le falta el carisma de los auténticos líderes para prohibir nada pues, insisto, el tono jocoso que usa en sus escritos, le resta la seriedad necesaria para imponer leyes a nadie. Creo que en este caso, corresponde a la gente del Athletic de Bilbao (una ciudad que dudo mucho que usted sepa ubicar en un mapa) a elegir lo que el club puede o no puede hacer. No obstante, le agradecemos su preocupación por el futuro rojiblanco.

También me gusta mucho cuando llama a San Mamés una ermita, y no una catedral. ¡Qué sarcástico es usted con sus juegos de palabras! ¿Los aprendió en las escuelas franquistas en las que estudió? Ahora se entiende su odio a los nacionalismos. Por ejemplo, cita: «No se puede jugar con jugadores vascos solamente. Es absolutamente reaccionario. Un guiño a lo Sabino Arana(…) El Athletic será siempre irrelevante  si persiste en su teoría del nacionalismo».  Gracias por pensar que en Bilbao tenemos alguna teoría, del orden que sea, pero somos demasiado fanfarrones para estar ideando grandes conspiraciones contra el mundo. Por otra parte, debería preocuparse porque un sector de la afición del equipo que usted defiende  a menudo, el Real Madrid, deje de hacer el grito del mono en el Bernabéu en el siglo XXI cada vez que un jugador de color del equipo rival toca el balón, como nuestro Iñaki Williams (vaya, tenemos jugadores negros, todo un guiño a Sabino Arana, que era un defensor a ultranza de la descolonización de África, como usted sabrá, tras haber estudiado en intelectuales escuelas franquistas durante su infancia). Porque esos gritos de mono, sí que son teorías de personajes intelectualmente con problemas cognitivos. También dice usted que no entiende por qué el Athletic no cambia sus leyes de jugar con jugadores sólo vascos; que las leyes están para cambiarlas. Aparte de que en el Athletic no tenemos leyes porque no somos un Parlamento ni un Estado, sólo un club de fútbol, y que es sólo una filosofía no escrita, transmitida oralmente de generación en generación, me gustaría saber su respuesta si le propongo que cambiemos algunas leyes de la Constitución Española. Estoy de acuerdo en que las leyes están para cambiarlas, pero no creo que usted verdaderamente esté de acuerdo, con lo que de paso, tira usted por la borda su teoría antinacionalista. Es simplemente un charlatán. Pero podemos abrir el debate de las leyes, si usted quiere. Como anarquista, estaría encantado de charlar con usted al respecto.

Y por último, y para terminar, decirle que para irrelevantes ya está usted. Y como consejo personal y humilde de un simple trabajador, debería usted dejar de cortar el césped y dedicarse a la simple jardinería. Hay demasiadas malas hierbas que arreglar. Como usted.

De parte de un enamorado de sus versos y poesías,

ENDIKA BREA BERASATEGI