PARA EMANUELA, QUE ME PIDIÓ QUE ESCRIBIESE ESTE POST, CON TODO EL AMOR DEL MUNDO

LA ODISEA DE CHUCK NOLAND

TENGO QUE SOBREVIVIR, SEGUIR RESPIRANDO, PORQUE MAÑANA VOLVERÁ A AMANECER Y QUIÉN SABE QUÉ TRAERÁ LA MAREA

Es difícil para mí hablar de NÁUFRAGO de manera objetiva, pues desde el momento mismo de su visionado en la sala de cine donde tuve oportunidad de hacerlo, se convirtió en lo que yo llamo “película flechazo”, es decir, una película que desde el momento mismo en que uno la está viendo, se convierte en una de esas películas que no olvidará nunca y a la que volverá en el futuro siempre que se tenga ocasión.

Chuck Noland (Tom Hanks) es un ingeniero de la compañía de mensajería FedEx, que viaja alrededor del mundo constantemente por negocios. Chuck es un hombre obsesionado por el control del tiempo y que tiene una relación con Kelly Frears (Helen Hunt). En uno de esos viajes, el día de Navidad, el avión en el que viaja Chuck sufre un terrible accidente debido a una tempesta y, tras salvar su vida, es arrastrado a una isla desierta en mitad del Océano Pacífico, donde tendrá que aprender a sobrevivir en condiciones primarias y en total aislamiento del mundo que conocía hasta entonces.

Robert Zemeckis, uno de los grandes directores del cine moderno y, por qué no decirlo, de la historia del cine (y que es a su vez uno de los directores de cabecera de quien esto escribe) logra con NÁUFRAGO la mejor película de su carrera, por delante de FORREST GUMP y REGRESO AL FUTURO. Todo en NÁUFRAGO está cuidado al detalle y tiene un por qué. Empezando por el nombre del personaje principal, Chuck Noland. Y es que Chuck se puede traducir como “golpe” o “golpeado”. Asimismo Noland se puede dividir en NO- LAND (sin tierra), toda una metáfora de la historia que se cuenta en el film.

rodaje.jpg
Robert Zemeckis, preparando una escena con Tom Hanks

Las metáforas son tan cuidadosas en lo que se narra, que todo (forma y fondo) crea un conjunto tan rico y tan merecedor de análisis, que el film daría para escribir todo un libro. Nos limitaremos aquí a ser lo más meticulosos que podamos. La llegada de Chuck a la isla será el incidente inductor de la trama, el momento en el que Chuck, obsesionado por el control del tiempo, deberá aprender que la vida también está formado por el azar, por situaciones inesperadas que uno no puede controlar y a las que se debe adaptar aprovechando lo que nos es dado por agentes externos (así Chuck aprovechará, durante los 4 años que pasará recluido en la isla, los distintos objetos y restos del accidente que van llegando con la marea, dándoles distinto uso que aquel para el que fueron concebidos: Chuck usará, de este modo, patines para esquiar sobre hielo, como cuchillos; la red de un vestido, como un objeto de pesca y sobre todo, un balón de volleyball, como compañero de fatigas, y al que llamará por su marca de fabricación: Wilson, en una especie de personificación inmóvil del Viernes ideado por Defoe, compañero de Robinson Crusoe en su inmortal obra). Esta relatividad de las cosas está siempre tan presente en la obra de Zemeckis, que es uno de los temas predominantes del genial cineasta americano, y que en NÁUFRAGO alcanza su cénit.

relatividad
La relatividad de las cosas, muy presente siempre en Zemeckis

Precisamente en Wilson me gustaría detenerme un rato para meter el bisturí en el significado metafórico que este balón de volleyball, que bien podría haber ganado el Oscar a mejor actor secundario, posee en el discurrir del film. No olvidemos que Wilson (el personaje) nace de la sangre de Chuck Noland (intentando hacer fuego, Chuck se hace un corte profundo en la mano, y en su desesperación agarra el balón con su mano ensangrentada, lanzándolo con violencia a distancia; son esos restos de sangre en el balón los que le dan aspecto de tener un rostro y ese es el momento en el que Chuck comienza a hablar con él como si fuera una persona). Por otra parte, esa misma sangre de Chuck viene provocada por una mala manipulación de instrumentos de madera a la hora de hacer fuego (uno de esos objetos, con el que Chuck frota la madera tiene forma de falo y el otro objeto, el que es frotado, tiene aspecto de vagina. Es por eso, que Wilson nace de la sangre tras un coito, como todo hijo de vecino (recomiendo a todo el mundo volver a ver esta escena). Durante el film, Wilson sufrirá transformaciones físicas en paralelo a las que va sufriendo Chuck: así, al principio el balón está inflado, de la misma manera que Chuck está un poco pasado de peso; tras 4 años en la isla, Chuck se convierte en una persona delgada y fibrosa, al igual que Wilson está más deshinchado; el pelo de Chuck crece abultadamente y así a Wilson lo encontramos que también le ha crecido una mata de pelo del mismo color rubio que el de Chuck. Por tanto, no es difícil discernir que Wilson se convierte en una especie de álter ego primitivo de Chuck durante su estancia en la isla; en el carácter salvaje que el protagonista deberá adquirir para salir de allí con vida. Por supuesto, en su huida de la isla, Wilson se perderá en el mar (en uno de los momentos más recordados de la película): la personalidad primitiva de Chuck nunca llegará con él en su vuelta a la civilización.

wilson
Wilson, un elemento simbólico muy importante del film

Otra de las metáforas, que me gustaría analizar sobre NÁUFRAGO, es el tema de los dentistas y del diente de Chuck. Efectivamente, al principio del film, Chuck hace notar que una muela dolorida le está fastidiando y que no le gustan demasiado los dentistas. Esa misma muela irá a peor durante sus primeros tiempos en la isla, hasta que al final se ve obligado a arrancársela de cuajo. Cuando Chuck vuelve a encontrarse con Kelly tras salir de la isla, descubrimos que ésta está casada con un dentista. No es baladí, por lo tanto, afirmar que el momento en el que Chuck se extirpa la muela violentamente, es el momento en paralelo en el que Kelly conoce en su pena, al dentista que será su marido; dicho de otro modo, es el momento en el que tanto Chuck como Kelly deben dejar de pensar el uno en el otro, ser conscientes de que se han perdido, de que su tiempo juntos ha pasado (de hecho, cuando Chuck llega a la isla, descubre que el reloj que Kelly le ha regalado con una foto suya, se ha estropeado: el tiempo de su relación se ha detenido). Además, Zemeckis aprovecha esta escena de la extirpación del diente, para hacer una elipsis y dar un salto de cuatro años en el tiempo, cuando Chuck ya ha aprendido los mecanismos de supervivencia primitivos (lo volvemos a ver, delgado, bronceado, con el pelo largo y cazando un pez con una lanza tirada desde una considerable distancia).

Se podría hablar también del significado filosófico de ciertos elementos que Bobby Zemeckis pone en escena. Uno de ellos son las misteriosas alas dibujadas en el único paquete que Chuck no abrirá en la isla proveniente de los restos del avión (y cuyo contenido nunca conoceremos). Las alas que servirán como elemento motivador para sobrevivir y seguir adelante. El otro elemento es la famosa marea, que lleva a Chuck a sobrevivir al accidente arrastrándolo a una isla, y dándole además todos los objetos con los que podrá escapar de la misma y volver a casa. En el extraordinario monólogo final (un alegato a la vida en toda regla) Chuck explicará a su amigo cómo cuando todo parecía perdido, la marea le trajo una vela conque navegar. Y que ahora, tras perder a Kelly y estar muy triste, sabe que tiene que seguir viviendo, porque no se sabe qué traerá la marea con el amanecer de un nuevo día. Podemos por tanto, afirmar, que la marea es un elemento metafórico de lo que viene y va, de lo que perdemos y ganamos, de lo que nos es quitado y nos es dado. Es la marea en NÁUFRAGO lo que la pluma es en FORREST GUMP.

La marea de NÁUFRAGO y la pluma de FORREST GUMP, dos elementos unidos en la obra de Zemeckis

Precisamente, esta secuencia del monólogo final de Chuck en casa de su amigo, es una demostración analítica de la grandeza de NÁUFRAGO en su puesta en escena y en su planificación.La escena, rodada en un plano-secuencia, es un giro de cámara de 180º en el que comenzamos con Chuck Noland explicando a su amigo como era su vida, su ideología, antes de la isla. Vemos de fondo, a su amigo desenfocado, escuchándole, mientras la fuente de luz es artificial (creada por el ser humano; en este caso una lámpara encendida). En el momento que Chuck termina esta explicación estamos en un ángulo de recorrido de cámara de 90º. Durante los restantes 90 º Chuck explica lo que ha aprendido en la isla, a aceptar que no se puede controlarlo todo y que la marea (lo inesperado, el azar) entra también en juego. En estos 90º lo que vemos de fondo son fuentes de luz naturales (el fuego de la chimenea). Es decir, como en FORREST GUMP se decía al final que la vida es mitad destino mitad azar, así nos lo vuelve a repetir Zemeckis en este speech final, metafóricamente a través de lo que dice el personaje y de lo que vemos en escena (lo artificial y lo natural; lo que controlamos y lo que no podemos controlar).

La música del film, con ese monotema compuesto por el gran Alan Silvestri, es otro de los elementos destacados de la puesta en escena y que ayuda tanto a emocionar al espectador como a apoyar lo que se nos está contando. Así, durante gran parte del metraje, el que transcurre en la isla, Zemeckis nos envuelve con los sonidos naturales, sin música de fondo. La primera vez que escuchamos las notas del tema del film, es cuando Chuck logra escapar y observa con cierta tristeza la isla que le ha servido de hogar durante 4 años, y que ahora se pierde en la niebla para siempre. A partir de ahí, la escucharemos en momentos en los que Chuck recuerda rutinas de la isla, o en los momentos que se muestra lo que Chuck ha perdido durante su estancia en la misma (cuando enciende y apaga la luz para ver la foto de Kelly como hacía en la isla; cuando pierde a Wilson; cuando recuerda con Kelly el momento en el que se despidieron en el aeropuerto poco antes del accidente y en el que aparentemente Chuck le iba a pedir en matrimonio; y por supuesto en el monólogo final ya analizado en líneas anteriores). En la escena final, cuando Chuck entrega el paquete de las alas, vemos cómo va escuchando una canción de Elvis Presley, dándonos a entender que ya ha superado musicalmente todo lo relacionado con la isla. Pero (maestría de Zemeckis) el tema musical de Silvestri vuelve a sonar cuando Chuck debe decidir qué dirección tomar y se queda mirando pensativamente el camino por el que se ha ido una mujer que le informa de los destinos de cada carretera, y la cual conducía una caminoneta que llevaba dibujadas en su parte trasera esas mismas alas. Se intuye pues que Chuck puede tomar ese camino, que va unido a la isla y, una vez más, a la marea, que le ha quitado a Kelly pero que no sabemos si le puede dar esa nueva mujer como compañera sentimental.

chuck-estuvo-aqui
Tom Hanks, impresionante en su trabajo interpretativo

La interpretación de Tom Hanks es, para quien esto escribe, la mejor de la historia del cine. Recuerdo a mi padre, viendo el film, y llorando cuando Wilson se pierde en el mar. Cuando un actor, con tan poco, es capaz de emocionar tanto, es simplemente, porque es muy grande. Tom Hanks, consigue emocionarnos con miradas, con momentos (como el romántico beso con Kelly bajo la lluvia, dando rienda suelta a una pasión reprimida por ambos, previo paso a que cada uno siga con su vida). Tom Hanks carga sobre sus espaldas el mantenernos atentos durante la hora y media que pasa en la isla, en la que apenas hay diálogos; sólo una actuación física magistralmente complementada antes y después cuando tiene que recitar. Simplemente, de leyenda.

NÁUFRAGO merece, pues, por todo lo anteriormente dicho, un hueco entre las grandes obras del siglo XXI, pero también de la historia del arte, en general, y de la del cine, en particular. Un film majestuoso, a la que el tiempo ha colocado en el lugar que merece y, no me cabe duda, aún colocará en mejor posición. Cada visionado de NÁUFRAGO es una experiencia extrasensorial que transporta al espectador a tierras tan ignotas, tan inexploradas de su interior, como la isla de Chuck Noland.


Per Emanuela, che mi ha chiesto di scrivere questa critica, con tutto l’amore del mondo.

L’ODISSEA DI CHUCK NOLAND

Devo sopravvivere, continuare a respirare. Perche’ domani il sole sorgera’ e chissa’ cosa portera’ la marea”.

Mi e’difficile parlare di Cast Away in maniera oggettiva, poiche’ nel momento stesso in cui ebbi l’opportunita’ di vederlo al cinema per la prima volta, fu amore a prima vista, cioe’ uno di quei film che non si dimentichera’ mai e ogni qual volta che si ha l’occasione, e’ sempre un piacere rivederlo.

Chuck Noland (Ton Hanks) e’ un ingegniere che lavora presso la compagnia di spedizioni Fed Ex, per la quale viaggia costantemente in torno al mondo. Chuck e’ un uomo ossessionato per il controllo del tempo e ha una relazione con Kelly Frears (Helen Hunt). In uno di questi viaggi, esattamente il giorno di Natale, l’aereo nel quale viaggia Chuck viene colpito da una tempesta, precipitando nel bel mezzo dell’Oceano Pacifico. Chuck riesce a salvarsi in quanto spinto dalla corrente in un’isola deserta, nella quale dovra’ imparare a sopravvivere in condizioni primarie, isolato dal resto del mondo che conosceva fino ad allora.

Robert Zemeckis, uno dei grandi direttori del cinema moderno e, perche’ non dirlo, della storia del cinema (e a sua volta, uno dei miei direttori preferiti), ottiene con CAST AWAY la migliore creazione della sua carriera, davanti a FORREST GUMP e RITORNO AL FUTURO.

Tutto in CAST AWAY e’ rivolto con particolare attenzione ai dettagli, dietro i quali si nasconde un perche’. Iniziando gia’ dal nome del protagonista, Chuck Noland, dove Chuck si puo’ tradurre come “colpo” o “colpito”, e Noland come “No-Land” (senza terra): una metafora della storia di cui tratta il film.

Le metafore sono cosi meticolosamente curate in cio’ che si narra’, che tutto (forma e sfondo), crea un insieme tanto ricco e degno di analisi tale da porter scrivere un libro intero. Ci limiteremo qui ad essere piu’ dettagliati possibile. L’arrivo di Chuck sull’isola sara’ l’incidente induttore della trama; il momento in cui Chuck, ossessionato per il controllo del tempo, dovra’ imparare che la vita e’ formata anche dalla casualita’, da situazioni inaspettate che non si possono controllare e alle quali ci si deve adattare, approfittando delle cose che ci vengono fornite da agenti esterni (cosi, Chuck usufruira’, durante i quattro anni in cui rimane recluso sull’isola, dei vari oggetti e dei resti derivati dall’incidente aereo, portati a riva dalla marea, ai quali attribuira’ un uso totalmente distinto da quello per cui sono stati concepiti. Ad esempio; usera’ le lame dei pattini come coltelli, la rete di un vestito per pescare e soprattutto un pallone di pallavolo come compagno di fatiche che chiamera’ Wilson, come la marca di fabbricazione: Wilson, una specie di personificazione immobile di Venerdi di De Foe, compagno di Robinson Crusoe, nella sua opera immortale.

La relativita’ delle cose e’ sempre molto presente nelle opere di Zemeckis; un tema predominante del cineasta americano e che in CAST AWAY raggiunge il suo apice.

Mi piacerebbe soffermarmi soprattutto su Wilson per poter mettere il bisturi nel significato metaforico che questo semplice pallone assume nella trama, e che avrebbe potuto benissimo vincere il premio Oscar come migliore attore non protagonista. Non dimentichiamo che Wilson (il personaggio) nasce dal sangue di Chuck Noland, il quale, cercando di accendere il fuoco, si ferisce alla mano con un taglio profondo e, nella disperazione, afferra il pallone con la mano insanguinata, lanciandolo via con impeto. Sono proprio i resti di sangue che danno al pallone la fisionomia di un volto. Da questo momento Chuck inizia a parlargli come se fosse una persona.

D’altra parte, la ferita alla mano viene provocata da un uso scorretto degli strumenti che Chuck utilizza per accendere il fuoco. Uno di questi oggetti che usa per strofinare ha la forma di un palo, mentre l’altro, usato per strofinarci sopra il legno, ha l’aspetto di una vagina. E’ per questo che Wilson nasce dal sangue di Chuck, dopo un coito. Raccomando a tutto il mondo di rivedere questa scena.

Durante il film, Wilson subira’ delle “trasformazioni fisiche” parallele a quelle che va subendo Chuck: ad esempio, al principio il pallone e’ ben gonfio, cosi come Chuck, un po’sovrappeso; dopo 4 anni sull’isola, Chuck diventa magro e muscoloso, cosi come Wilson un po’ piu’ sgonfio; i capelli di Chuck crescono improvvisamente cosi come a Wilson, al quale e’ spuntata una massa di peli dello stesso color biondo di Chuck. Non e’ difficile, dunque, dedurre che Wilson e’ una specie di alter ego primitivo di Chuck, durante la sua permanenza sull’isola; riflesso del carattere selvaggio che il protagonista dovra’ acquisire per poterne uscire vivo. Ovviamente, nel momento in cui Chuck riesce ad abbandonare l’isola,Wilson si perdera’ in mezzo al mare (uno dei momenti piu’ricordati del film): la personalita’ primitiva di Chuck non lo seguira’ nel suo ritono alla civilizzazione.

Altra metafora che mi piacerebbe analizzare di CAST AWAY e’ il tema del dente di Chuck e del dentista.

Effettivamente all’inizio del film, il protagonista fa notare che un molare lo fastidia e che a lui non piacciono troppo i dentisti. Quel molare peggiorera’ durante i suoi primi momenti sull’isola, fino a quando non si vedra’ costretto a toglierla da se. Quando Chuck rincontrera’ Kelly al suo ritorno, scopriremo che lei e’ sposata proprio con un dentista. Non e’ insensato, quindi, affermare che il momento in cui Chuck si estirpa violentemente il dente corrisponde parallelamente al momento in cui Kelly conosce il dentista che diventera’ suo marito. Detto altrimenti, e’ il momento in cui sia Chuck che Kelly devono smettere di pensare l’uno all’altro, di essere consapevoli che si sono persi, che il loro tempo insieme e’ passato (di fatti, quando Chuck arriva sull’isola, scopre che l’orologio che gli ha regalato Kelly, con dentro una sua foto, si e’ rotto; il tempo della sua relazione interrotto). Inoltre, Zemeckis approfitta della scena dell’estirpazione del dente per fare un’ellissi e fare un salto di quattro anni nel tempo, quando Chuck ha gia’ appreso i meccanismi di sopravvivenza primitivi ( lo rivediamo magro, abbronzato, con i capelli lunghi, cacciando un pesce con un lancia, lanciata a distanza).

Si potrebbe parlare anche del significato filosofico di certi elementi che Bobby Zemeckis mette in scena. Uno di questi sono le ali disegnate nell’unico pacco che Chuck non aprira’sull’isola, proveniente dai resti dell’aereo e di cui non sapremo mai il contenuto. Le ali che serviranno come elemento motivante per sopravvivere e continuare ad andare avanti. Altro elemento e’ la famosa marea, che spinge Chuck sull’isola salvandogli la vita. Nello straordinario monologo finale, Chuck spiega ad un amico che quando tutto sembrava perso, la marea gli aveva regalato una vela con la quale poter navigare. E che adesso, tra l’aver perso Kelly e il sentimento di tristezza che lo avvolge, sa che deve continuare a respirare, “perche’ domani il sole sorgera’ e chissa’ cosa puo’ portare la marea”. Possiamo, dunque, un’altra volta affermare che la marea e’ la metafora di cio’ che arriva e cio’ che va; di quello che otteniamo e di quello che perdiamo; di cio’ che ci viene dato e cio’ che ci viene tolto. La marea e’ in CAST AWAY quello che e’ la piuma in FORREST GUMP.

Precisamente, la sequenza del monologo finale di Chuck in casa dell’amico

e’ la dimostrazione analitica della grandezza di CAST AWAY, nella sua messa in scena e nella sua pianificazione. La scena girata in piano-sequenza e’ un giro di camera di 180° che comincia con Chuck Noland spiegando al suo amico come era la sua vita e cio’ in cui credeva prima dell’isola. Sullo sfondo, vediamo l’amico in maniera sfocata, mentre lo ascolta e la fonte di luce e’ artificiale, originata da una lampada. Quando Chuck finisce di parlare, siamo in un angolo di percorso di camera di 90° durante i quali, Chuck spiega cosa ha appreso durante la sua permanenza sull’isola: ad accettare il fatto che non si puo’ controllare il tempo e che la marea (ossia il caso, l’inaspettato) e’un fattore da tenere in considerazione. In questi 90° la luce proviene da una fonte naturale, che e’ il fuoco del camino. Ricapitolando, cosi come in FORREST GUMP alla fine si attesta che la vita e’ fatta per meta’ dal caso e per meta’ dal destino, cosi Zemeckis torna a ripetere il concetto nel monologo finale, mediante le parole di Chucke di quello che vediamo in scena: l’artificiale e il naturale; cio’ possiamo controllare e cio’ che non possiamo.

La musica del film, con questo monotema composto dal grande Alan Silvestri, e’ un’altro degli elementi rinomati e celebri della messa in scena che aiuta a far emozionare lo spettatore e accompagna cio’ che viene raccontato. Per la maggior parte del metraggio, riguardante la permanenza sull’isola, Zemeckis ci avvolge con suoni naturali, senza musica di fondo. La prima volta che ascoltiamo le note del tema del film e’ quando Chuck riesce a lasciare l’isola e la osserva con una certa tristezza; quell’isola che e’ stata la sua dimora per quattro anni e che adesso si va perdendo per sempre tra la nebbia. Da quel momento, ascolteremo la musica ogni qual volta che Chuck ha un ricordo legato alla sua vita da naufrago (per esempio: una volta a casa, quando accende e spegne continuamente la luce per vedere la foto di Kelly; quando lascia Wilson; quando ricorda il giorno della partenza in aeroporto, salutando Kelly, alla quale , si suppone, stava per chiederele di sposarlo; e naturalmente nel monologo finale, gia’ analizzato in precedenza).

Nella scena finale, quando Chuck consegna il pacco con le ali disegnate, ascolta una canzone di Elvis Presley, facendoci capire che musicalmente ha superato tutto cio’ relativo all’isola. Ma, maestria di Zemeckis, il tema musicale di Silvestri ritorna quando Chuck, fermo ad un incrocio, rimane a guardare pensieroso la strada intrapresa da una donna, dopo averle chiesto informazioni stradali, la quale conduceva un camioncino con le ali disegnate nella parte posteriore del veicolo. Si intuisce che Chuck potrebbe seguire quel cammino, ancora una volta legato all’isola e alla marea, che le ha tolto Kelly ma che lo potrebbe portare a vivere una nuova storia.

L’interpretazione di Tom Hanks e’ la migliore nella storia del cinema. Ricordo mio padre guardando il film e piangendo quando Wilson si perde in mare. Quando un attore con cosi poco riesce a far emozionare tanto e’ perche’ e’ semplicemente un grande. Tom Hanks riesce a farci commuovere ed emozionare con gli sguardi e con i gesti (come il romantico bacio tra lui e Kelly sotto la pioggia, dando libero sfogo ad una passione repressa da entrambi, passo previo al quale entrambi seguiranno con la propria vita). Tom Hanks si carica sulle spalle il compito di mantenere alta l’attenzione del pubblico per tutta l’ora e mezza del film trascorsa sull’isola, dove appena si hanno dialoghi, ma solo una recitazione fisica magistralmente integrata prima e dopo, quando deve recitare. Semplicemente, leggenda.

CAST AWAY merita per quanto detto finora, un posto tra le grandi opere del XXI secolo, nella storia dell’arte in generale e nella storia del cinema in particolare. Un film maestoso, che il tempo ha saputo collocare nella posizione che merita e non ho dubbi che lo collochera’ancora in una migliore. Ogni visione di CAST AWAY e’ un’esperienza extrasensoriale che trasporta lo spettatore in terre tante ignote e inesplorate del suo interiore, come l’isola di Chuck Noland.

TRADUZIONE DI EMANUELA TRAPANI